Terminar el secundario es una etapa difícil para todos los adolescentes. No sólo porque se separan de sus amigos, a los que veían todo el día, sino también porque ingresan al mundo de los adultos, lo que implica trabajar o estudiar, y en algunos casos ambas cosas.
Quienes desean seguir una carrera para sobrevivir en estos tiempos, la tarea se les complica un poco más y les aparece el interrogante ¿qué estudio? Aquí es fundamental el apoyo de los padres, y en caso de no ser suficiente el de los expertos, haciendo un test de orientación vocacional.
Este proceso consiste en una serie de entrevistas en las cuales el profesional indaga "a través de actitudes, pensamientos, preferencias, sistema de creencias, expectativas y miedos, por un lado, y haciendo uso de distintas técnicas de exploración de la personalidad, por el otro".
Lo importante es seguir lo que dicte el corazón. Suele sonar a trillado, pero realmente es así. Hoy ninguna carrera te asegura el porvenir; por lo que resulta conveniente hacer lo que a uno le gusta, y el tiempo premiará doble.
Y aunque la desesperanza se haya instalado en muchos jóvenes, es responsabilidad de los adultos decirles que se puede, que el esfuerzo todo lo premia. Aunque al principio resulte complicado, a largo plazo se ven los resultados y la satisfacción es tal que uno llega a decir “valió la pena”.
Vía: Infobae
martes, 6 de noviembre de 2007
¿Qué carrera sigo?
Publicado por DC en 6:56
Etiquetas: carrera universitaria, estudio, secundario, test de orientación vocacional
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario