viernes, 21 de marzo de 2008

Anticonceptivos orales: posibles problemas


Cuando se comienza a practicar sexo es sumamente importante cuidarnos
. Porque tener sexo no es sólo un acto, la responsabilidad debe estar alerta, porque sino se pueden contraer enfermedades venéreas, además de tener un embarazo no deseado.

Entre los métodos anticonceptivos se encuentran los orales, las conocidas píldoras, las cuales se toman para prevenir el embarazo. Esto significa que resultan muy eficaces para este fin, pero no previenen la propagación del virus de la inmunodeficiencia humana, VIH, ni la difusión de otro tipo de enfermedades de transmisión sexual.

Hay que tener en cuenta que éstas, en ocasiones, pueden provocar efectos colaterales, como vómitos, diarrea, estreñimiento hasta otros más graves, como:
dolor de cabeza (cefalea) grave, vómitos graves, problemas para hablar, mareos o debilidad, tromboflebitis, hepatopatías y tumores del aparato genital femenino, incluidas las mamas.

Existen tres tipos de píldoras: combinada, trifásica y de progesterona; y sus efectos secundarios pueden ser éstos (además de los ya nombrados): gingivitis (inflamación de las encías), aumento o reducción del apetito, aumento o pérdida de peso, manchas oscuras en la piel, acné, crecimiento de pelo en lugares extraños, sangrado o manchado entre menstruaciones, cambios en el flujo menstrual.

Períodos dolorosos o pérdida de períodos; secreción, sensibilidad, aumento de tamaño de los senos; dificultad para usar lentes de contacto; hinchazón, enrojecimiento, irritación, ardor, o prurito (picazón) de la vagina; secreción vaginal blanca.

Por eso cuando desees empezar a cuidarte, que debe ser desde el primer momento en que decides tener sexo, debes consultar a un especialista.


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