martes, 8 de enero de 2008

Entre la ansiedad y los trastornos de ansiedad


Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) del año 2001, más de 400 millones de personas en todo el mundo padecen algún tipo de trastorno mental; siendo los trastornos de ansiedad considerados en la actualidad como el trastorno mental más común en el mundo.

La ansiedad es un estado de inquietud del ánimo, como también de una angustia que acompaña a muchas enfermedades; y se presenta cuando se tiene una cita importante, una entrevista de trabajo o alguna situación peligrosa.

Ante estos hechos, las personas experimentan taquicardia, sudoración en la palma de las manos, preocupación, aceleración de la respiración, temor, aprensión, rigidez muscular, etc., síntomas característicos de la respuesta de ansiedad.

En cambio, los trastornos de ansiedad son traumas psicológicos que tienen la capacidad de llegar a interferir tanto de forma negativa como significativa en el desenvolvimiento de un individuo y en la posibilidad de adaptarse con éxito a su entorno habitual.

Sus síntomas característicos son reacciones desproporcionadas y/o injustificadas ante estímulos o situaciones ambientales cotidianas, que escapan del control voluntario de la persona.

Son intensos y recurrentes, generan incomodidad y malestar e interfieren en la vida de la persona en múltiples niveles de manera muy negativa.

Existen en la sociedad actual varios tipos de trastornos de ansiedad, los cuales se manifiestan de diferentes maneras:

- Trastorno de ansiedad generalizada: se sufre inquietud, sensación de fatiga no justificable, impaciencia, tensión/rigidez muscular generalizada, estado de ánimo irritable, alteraciones en los patrones habituales de sueño.
- Crisis de angustia o ataques de pánico: se tienen palpitaciones, sudoración intensa, sensación de ahogo o falta de oxígeno, intensa opresión o malestar en la región del pecho, mareo, sensación de desmayo, despersonalización (sensación de estar separado de uno mismo), miedo a perder el control, temor a volverse loco, miedo a la muerte, escalofríos o sofocaciones intensas, entre otros traumas.
- Agorafobia: el temor está relacionado a un conjunto de situaciones y escenarios muy típicos, entre los que se incluyen estar solo fuera de casa, las multitudes o la posibilidad de tener que viajar en algún medio de transporte específico.
- Fobia específica: se manifiesta ante un objeto o situación determinada, como terror a volar en avión, presencia de ciertos animales o miedo a las alturas.
- Fobia social: se caracteriza por un miedo, intenso y persistente, por situaciones sociales o actuaciones en público en las que el sujeto se ve expuesto a personas no pertenecientes al ámbito familiar o a su círculo social más cercano.
- Trastorno obsesivo-compulsivo: existe la presencia frecuente de ideas indeseadas (obsesiones) y de conductas repetitivas (compulsiones), por lo general realizadas con la intención de aliviar la ansiedad producida en el sujeto por las propias ideas obsesivas.
- Trastorno por estrés postraumático: en este caso la persona fue víctima de abusos físicos o sexuales, o ha sufrido desastres naturales o accidentes graves. Tiene dificultades para conciliar y mantener el sueño, sensación permanente de irritabilidad, problemas de concentración o desajustes emocionales de intensidad variable.


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